Observar a una mamá ballena nadando junto a su ballenato en su habitad natural, es sin duda uno de los espectáculos más hermosos que nos puede ofrecer el mundo marino. Una experiencia que más allá de dejarnos un recuerdo inolvidable, nos permite comprender por instante la inmensidad de las maravillas naturales.

El Golfo Dulce de Costa Rica en la Península de Osa, es uno de esos lugares bendecidos por la naturaleza, con una posición geográfica privilegiada al estar ubicada al sur del país, sirviendo de punto de encuentro para que cada año cientos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) vengan a tener a sus crías. Vienen desde el hemisferio sur escapando del invierno, nadando en un viaje de más 9000 km de distancia conocido como una de las migraciones masivas más impresionantes del mundo animal. Así, vienen buscando las cálidas aguas del trópico, en donde permanecerán durante al menos tres meses (de julio a septiembre) mientras les enseñan a sus a ballenatos todo lo que una madre ballena les puede enseñar: respirar, alimentarse, nadar, y prepararlos para el largo viaje de regreso hacia el sur.

Del mismo modo, este fascinante encuentro de mamíferos convoca cada año no sólo a cientos de turistas, sino también a numerosos grupos de biólogos, investigadores, periodistas y curiosos del mundo, que vienen entusiasmados a presenciar el imponente espectáculo. Es importante resaltar, que esta es una actividad que está debidamente controlada en Costa Rica, por lo que existen normas marítimas que regulan este tipo de acercamientos, con el fin de evitar perturbar o incomodar tanto a las ballenas madres como a sus jóvenes crías. El Golfo Dulce, además de ser un área protegida, se ha convertido, según algunos investigadores, en uno de los lugares críticos para la supervivencia de esta especie, por lo que contratar un servicio de avistamiento de ballenas jorobadas es algo que debe hacerse sólo con profesionales, para que la experiencia pueda ser vivida desde la admiración y el respeto hacia la fauna marina.

Puerto Jimenez, es entonces el lugar ideal para venir a observar el espectáculo que nos regalan estos mamíferos gigantes dentro del Golfo Dulce. Allí las ballenas jorobadas y sus ballenatos parecen nadar tan confiados, que parecen ser ellas quienes con su particular inteligencia se acercan a nosotros, a recordarnos que nuestra supervivencia también depende de la supervivencia de ellas, y que estamos juntos en el tiempo compartiendo un mismo viaje.

Valga la acotación, Wild Trails Adventures tiene el privilegio de contar con los mejores guías y capitanes de la zona para ofrecerles a su distinguida clientela esta inolvidable  experiencia.